Acabo de ver en la televisión una manifestación de hoy mismo (sábado, 21 de abril de 2018) de familiares de víctimas de delitos graves (asesinatos de niños, violaciones, etc), pidiendo la prisión permanente revisable.
«Prisión permanente revisable», un eufemismo de «cadena perpetua».
Viéndolo me ha recordado a esos linchamientos que se hacían antiguamente cuando la gente «decidía» que había que matar a alguien por un delito que éllos mismo habían juzgado y sentenciado.
Al fin y al cabo, esa manifestación es lo mismo, pero de forma actualizada al día en que vivimos hoy. No deja de ser una «venganza» y no tiene nada que ver con la justicia. Está demostrado que un potencial asesino no va a cambiar su comportamiento por una pena de 25 años o una de cadena perpetua, es decir, que no tiene un efecto disuasorio.
Está claro que hay una derechización de la sociedad actual, sobre todo en Europa, adalid de los derechos humanos y la justicia, aunque cada día quede menos de todo ello. ¿Será eso consecuencia de la neoliberalización que está sufriendo? Seguramente, pues la neoliberalización suele llevar acompañada dicha derechización de la sociedad, producto fundamentalmente del individualismo que fomenta e inculca para separar a la sociedad y así sea más fácil que pueda ser controlada por el poder real. La pregunta que deberíamos hacernos es si esto nos lleva a algún lugar o tiene futuro una sociedad así, dividida. Hay que pensar que la especie humana ha llegado hasta aquí debido a la colaboración social. Si rompemos esto, ¿qué futuro nos espera?