Cuando surgió Podemos, tanto PP como PSOE se inquietaron por el alcance que lograron en tan poco tiempo. Pero con el surgimiento y ascenso en los últimos meses de Ciudadanos, el bipartidismo español respira más tranquilo. Tanto PP como PSOE creían que uno de los dos ganaría sin mayoría absoluta, y podrían negociar la investidura de su candidato con el apoyo de Ciudadanos, tal y como en las elecciones municipales y autonómicas quedó demostrado. Ciudadanos se convirtió en la «muleta» del bipartidismo, cojo desde el surgimiento de Podemos.
Después del debate del 7D de Atresmedia, solamente queda otro debate (de momento): el de Rajoy y Sánchez, el del bipartidismo.
Pero con lo mal que lo ha hecho Pedro Sánchez en este debate, Rajoy y el PP se frotan las manos. ¿Por qué? Pues porque ahora van a ir a por todas contra el PSOE. Hoy se ha podido ver perfectamente en el mítin de Rajoy. Y una vez denostado su eterno rival, les queda el camino libre para viajar hacia la segunda investidura consecutiva de Rajoy con la ayuda de Ciudadanos. El establisment respira tranquilo.
Pedro Sánchez estuvo tan descolocado en el debate que el día después en los mítines de campaña aún estaba contestando a las críticas recibidas durante el debate, pues no supo reaccionar en el momento. Y ahora lo vemos gritando -literalmente- las bondades de su partido en el pasado, sin ninguna propuesta solvente de futuro. Bueno sí, mover el Congreso a Barcelona con la intención de solucionar el problema en Cataluña, que a parte del coste absurdo que tendría, es menospreciar y entender muy poco lo que allí está pasando.
Pablo Iglesias se lo comió. Muchas veces, la única reacción de Pedro Sánchez ante las críticas era una tenebrosa sonrisa nerviosa que atemorizaba hasta al Joker de Batman. Hoy se podía escuchar a Felipe González ayudándole en los mítines, hablando de Venezuela y Grecia. Bien, que sigan así, porque la caída del PSOE también va a seguir mientras asciende Podemos en forma de trasvase de votos.