Lo que resulta más lamentable, es que la mayoría de la gente todavía cree en las presuntas ideologías políticas que nos venden los grandes medios, como si fueran productos cosméticos con los que maquillar nuestra mente.
Es algo que a mucha gente, aún le cuesta de entender: los que controlan los grandes medios de comunicación de masas, pasan absolutamente de la política. Sí, parece un cliché, pero solamente les importa el dinero (y el hecho de acumular más cada día).
Los que realmente acaparan el poder, saben que las pasiones políticas y las ideologías de izquierdas o derechas, liberales o comunistas, son para los pobres y para los imbéciles, de igual modo que ya lo eran antes los valores religiosos y los pecados.
Una gran parte del éxito a la hora de controlar a la población, consiste en limitar la capacidad de distanciamiento de los individuos y su visión de conjunto.