¿Qué está pasando en Europa? ¿Por qué hay un auge tan grande de la derecha más radical?
En Europa se está instaurando el «neoliberalismo» como el que hay en países como EE.UU, Reino Unido, Alemania o Chile. Y quien vaya en contra (aunque sea un poquito), se encuentra con los «mandamases» de la UE que aplacan rápidamente cualquier intento contrario, que por cierto, la mayoría provienen de empresas como Goldman Sachs, es decir, de los poderes fácticos, de la banca y la inversión especulativa, quien realmente gobierna el mundo en la sombra.
Europa, desde la segunda guerra mundial con la guerra fría y los «dos bloques» enfrentados, había vivido en un estado de bienestar que le había dado derechos, servicios públicos de calidad y un nivel de vida muy bueno a la sociedad. Esto se hizo para hacer que el bloque occidental viviera una etapa sin guerras y haciéndoles creer que el mundo comunista era el enemigo pero en occidente se vivía mejor, convenciendo a la sociedad occidental de su «forma de ser», su «way of life». La publicidad, el cine estadounidense y los medios de comunicación en general ayudaron a este convencimiento hacia el nuevo sistema. Pero con la «caída del telón de acero» y el nuevo ordenamiento internacional, el estado del bienestar ya no es necesario: EE.UU, que destina más de 600 mil millones de dólares a presupuesto militar -muchísimo más que cualquier otro país-, domina el mundo sin oposición real. Y ante este dominio y siendo el nuevo imperio mundial, lo que hace es implantar en el mundo su modelo, el modelo neoliberal.
Pero esta implantación llegó incluso antes de que cayera el telón de acero. Empezó en los años 80 en Reino Unido y Chile, con Margaret Thatcher y Pinochet respectivamente, y que luego en la primera década del milenio continuó Alemania con el canciller Schröder, que inició una política de recortes en el aparataje público para introducir las medidas neoliberales por excelencia: la privatización y precariedad laboral, con el consiguiente aumento de la desigualdad. Hoy en Alemania un porcentaje de las personas de la tercera edad es pobre y no puede dejar de trabajar al llegar a la jubilación.
Lo que viene detrás de la privatización es el hecho de que la propiedad de casi todo lo que tiene un país pasa a manos privadas, a manos de unos pocos, lo que significa una acumulación de poder muy grande por dichos propietarios, que a su vez también poseen muchas de las mayores empresas de un país. Normalmente, estos «pocos» suelen ser grandes fondos de inversión que posee parte de los mayores bancos del mundo (véase BlackRock).
Un ejemplo claro de la neoliberalización en el mundo son los tratados de libre comercio que EE.UU. ha firmado con muchísimos países del mundo. En el caso concreto de Europa, el llamado TTIP, un tratado que tiene que estar guardado bajo fuertes medidas de seguridad para que casi nadie pueda verlo, lo que da a pensar que no pareciera ser algo que le fuese a gustar a la sociedad. En caso de firmarse significaría el sometimiento total y completo de Europa a las políticas de EE.UU. y sus grandes empresas multinacionales.
Hoy día, EE.UU. es el imperio que controla el mundo, con pequeños reductos que aún resisten -poco- al invasor, y como tal, ejerce su autoridad sobre el mundo con puño de hierro. Antes, siglos atrás, esto se hacía con guerras y sin ningún miramiento. Ahora se hace de forma muy inteligente, silenciosamente, poco a poco, pero sin pausa. Bueno, alguna guerra que otra aún hacen los EE.UU. para justificar su brutal gasto militar y para disuadir a cualquiera que les quiera hacer sombra: guerras de Vietnam, Afganistán, Irak, Siria y todo oriente medio para tener el control del petróleo y la geopolítica mundial; todos los golpes de estado en América Latina para poner dictadores que gobernasen los países con el «control remoto» estadounidense (lo mismo que luego hicieron por ejemplo en Irak).
La última crisis, que muchas veces pareciera hecha a posta, ha abierto las puertas a la neoliberalización de los países más débiles. Solamente hay que ver lo que ocurre en España. Con el estallido de la burbuja inmobiliaria que se llevó por delante el empleo y los bancos: el primero debido a la poca diversificación de la economía española (todo era construcción y burbuja); los segundos, convenientemente rescatados con dinero público que ha ido a contar como deuda a todo el país.
Con este panorama, era fácil ver que España, siendo uno de los países débiles, era uno de los primeros candidatos donde iban a aplicar las medidas neoliberalistas comenzadas en los años 80. Incluso los primeros en empezar a aplicarlas fueron los llamados «socialistas» (PSOE), con la expédita reforma de la constitución del artículo 135 en 2010, que obligaría a partir de entonces a pagar la deuda a terceros antes que los servicios sociales básicos. Pero no olvidemos como se produce esto: son los dirigentes europeos quienes llaman al gobierno español para que realice estos cambios. Recordemos que esos dirigentes europeos vienen de la empresa privada y muchos habían trabajado en grandes corporaciones financieras como Goldman Sachs (Mario Dragui) o luego fueron ahí (José Manuel Durao Barroso). Tampoco olvidemos a Luis de Guindos (Lehman Brothers y ahora vicepresidente del BCE), Emmanuel Macron (Banca Rothschild), Jean Claude Juncker (el que hizo de Luxemburgo un paraíso fiscal para las grandes empresas), etc.
Y con las medidas que dictaron los hombres de negro desde Europa, se continuaron aplicando medidas neoliberales en España (y otras): básicamente privatizaciones (muchas a escondidas) y recortes en servicios sociales para que pasaran a manos privadas. Esto es fácil de ver en la sanidad. Con su recorte la gente ha ido contratando cada vez más seguros privados de salud. Hace 10 años atrás no se veían anuncios de este tipo de empresas, y hoy no paran de salir anuncios en televisión (Sanitas, Adeslas, etc). El sitio donde ha sido más evidente el recorte ha sido en Cataluña. De hecho, Cataluña siempre ha sido la comunidad española donde más privatización ha habido en la sanidad desde el fin de la dictadura. Hay que recordar que la gente de CIU estudió en EE.UU. y vinieron programados para hacer lo que han hecho. Hasta los de ERC están de acuerdo con ello: ver video y leer esto. Hasta se hacen grandes eventos de limosna mediática típicos de los países neoliberales como La Marató de TV3 (ver la Teletón Chilena), eventos que no dejan de ser una especie de paliativo a las inexistentes políticas sociales y que al final lo único que hacen es enriquecer aún más al sector privado, porque ese dinero que se recauda va directo ahí, a centros de investigación, acogida social, etc, todo privado.
Además de todo esto referente a lo económico, el neoliberalismo lleva aparejada también una cultura propia, la cultura del individualismo y el centro comercial. Antes la gente salía a divertirse o hacer cosas en comunidad: hoy va al centro comercial, sobre todo el fin de semana. Son los nuevos templos religiosos donde va el consumidor programado por los anuncios de televisión a comprar algo que no necesita, algo que le han hecho que necesite. Ahí aparecen los medios de comunicación, el otro gran medio de poder con el que el neoliberalismo llega a la sociedad. Hoy día todos los medios nacionales comulgan en cierto grado (normalmente alto) con el ideario y expanden sus ideas sin preguntarse mucho nada. Seguramente esa sea la causa por la cuál hoy en día da vergüenza ver la programación de la televisión (incluso las públicas, convertidas en meros escaparates del partido político de turno que las controla) o leer algún periódico de tirada nacional, como El País, que ha experimentado una degradación brutal por permanecer al servicio del ideario neoliberal.
Si a la precariedad, recorte de servicios públicos con el consiguiente desencanto social, añadimos las migraciones que provocan las guerras de oriente medio y el hambre de África, ya tenemos el cóctel perfecto para la aparición de partidos políticos de derechas de cariz fascista que aprovechan la xenofobia causada por todos estos elementos para crecer y casi llegar al poder en algunos países europeos. ¿Empezó así la Alemania de los años 30?
En resumen: quien gobierna son los banqueros y grandes empresarios (¿Grupo Bilderberg?), que usan los medios de comunicación globales para programar a la población y hacerles creer lo que necesitan que creamos para que ellos no pierdan su poder, es decir, que sigamos comprando sus productos creándonos necesidades artificiales, y que no protestemos contra nada de lo que se nos imponga, ya que nos han hecho creer que así ya estamos bien, ahogados con deudas y trabajos de miseria. La prueba más palpable de todo ello es que los partidos que defienden este ideario han estado gobernando prácticamente en toda Europa durante los últimos lustros, pero amenazados hoy día por los nuevos partidos políticos de derecha fascista que están creciendo día a día y que a punto están de entrar a gobernar en algún país europeo.
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