[…] eso lo definió muy bien Freud, al afirmar que las religiones son “delirios colectivos”. Y, en efecto, son delirios colectivos, lo mismo que son delirios colectivos ciertas ideologías políticas y ciertas maneras de entender la utopía, lo mismo que son delirios colectivos ciertos movimientos artísticos que si consigues que la gente se los crea, se traga lo que sea. (José Luis Sampedro)