Artur Mas da un paso al lado pero pone a uno de sus más cercanos colaboradores al mando para no perder el poder de decisión (un testaferro). Y mientras la legislatura se desarrolla, Mas tendrá tiempo de refundar su partido y así intentar ganar próximas elecciones, que se prevee bastante pronto por la inestabilidad que generará la CUP en el gobierno.
La CUP cede y se subordina a Junts pel Sí (JxS) con este acuerdo. El beneficiado aquí es CDC y consecuentemente, Artur Mas. Hay que reconocerle a este hombre lo buen estratega que es, ya que parece estar usando una estrategia al estilo «Putin» (dejar el poder por un tiempo para luego regresar con más fuerza).
Por otro lado también gana PP, al avivarse la confrontación PP-Cataluña, venida a menos en los últimos meses.