En un momento de urgencia social, pobreza, precarización laboral, etc, la gente vota derecha (ahora, la de «sabor naranja»). Pero no me extraña, puesto que la presión de los medios de comunicación es brutal, siendo que a día de hoy casi no hay ninguno a nivel nacional que tan siquiera hable un poco de la izquierda (digo la real, no del PSOE).
Esto nos da a entender por un lado que la gente es fácilmente manipulable por los medios de comunicación, y por otro, que la gente ya ha tirado la toalla y pasa completamente de votar (aumento de la abstención). Perfecto, el resultado que se espera en un sistema de «democracia neoliberal»: en EE.UU. o Chile, por poner dos ejemplos claros, vota alrededor de 40% en las elecciones presidenciales. Más de la mitad de la población ha perdido la esperanza de que se puede hacer algo para balancear un poco el poder y revertirlo a las clases más bajas. Al final, el poder es el poder, y nadie va cambiar nada (véase la abstención del PSOE en las elecciones de 2016 para que gobernara el PP).
El triunfo del individualismo y la insolidaridad, el pensar en uno mismo y no preocuparse por nadie, cuando la sociedad humana ha llegado hasta hoy justamente basándose en la colaboración social.
No sé a dónde nos va a llevar este modelo egoísta, insolidario e individualizador, pero me temo que a nada bueno.
Ciudadanos se consolida como la fuerza política emergente de la derecha español, y superaría los cinco millones de votos en España si se adelantasen los comicios, mientras que la izquierda registra una profunda desmovilización de sus electores, y casi millón y medio de ellos se abstendrían, según las estimaciones de Jaime Miquel y Asociados (JM&A) para Público.
Fuente: C’s devora al PP y se pondría casi a la par con el PSOE en unas elecciones generales en 2018